FERRARI ENZO

Este coche lleva el nombre del mundialmente conocido fundador de la mítica marca del cavallino, el cual siempre pensó que los fundamentos de la construcción de coches de calla debían proceder de los coches de carreras. La firma de Ferrari le realizó este modelo como si de un monumento se trarase, para honrar su muerte producida a finales de la década de los 90. Representa genuinamente la síntesis entre la tecnología de la competición y la idoneidad de la carretera, y aunque en un principio, el automóvil se denominaba "Enzo Ferrari", muchos lo conocen por "Ferrari Enzo". Su exclusiva produción se inició en 2002 y sólo abarcó la creación de 349 ejemplares, con un precio de 650.000 €. De forma exclusiva fue desarrollado, también, el V12 de 6 litros de cilindrada con un máximo de 8200 rpm. capaz de desarrollar 660 CV y 657 Nm. de par máximo a 7.800 y 5.500 rpm, respectivamente, que enviaba la potencia a eje trasero. Estas cifras permitían al Enzo Ferrari acelerar de 0 a 100 Km/h en 3'65 s. y alcanzar 350 Km/h como velocidad máxima. El deseño debía combinar las facetas estética y aerodinámica, es decir, debía mantener unas líneas puras pero al mismo tiempo generar una alta carga aerodinámica. Esto fue conseguido gracias a Pininfarina, que le otorgó un escultórica figura capaz de generar 775 Kg. de carga aerodinámica a 300 Km/h. La espectacular carrocería estaba construida en materiales ligeros como la fibra de carbono o el nido de abeja de alumino en partes de la estructura interna. El peso en seco era de 1365 Kg, lo cual favorecía un relación pesó-potencia de 2'1 Kg./CV. Con unas prestaciones tan increíbles, era prominentes unos frenos adecuados para detener semejante misil. Fue elegida la respuesta carbono-cerámica de Brembo, con discos de 380 mm, 6 pistones delante y 4 pistones atrás, 12'5 Kg. más livianos que los frenos convencionales. Tanto la suspensión delantera como la trasera eran independientes con triángulos articulados, y las unidades de amortiguación estaban montadas en horizontal. El cambio electrohidráulico cambiaba de marcha en tan sólo 150 milisegundos, un valor de récord en su época, pero los modelos más novedosos como el 599 GTO, son capaces de cambiar de marcha en tan sólo 60 milisegundos. El Enzo era, sin lugar a dudas, un coche de ensueño por su exclusividad en todos los aspectos.